Pasear por el desierto del Sahara a mediodía no es algo agradable, un infierno donde la arena alcanza los 70ºC y en el que hasta los seres humanos, pueden verse derrotados. Pero un pequeño insecto de apenas un centímetro ha aprendido a controlar las ondas electromagnéticas con un único objetivo: estar más fresquito. Un estudio publicado hoy en la revista Science, revela cómo las hormigas plateadas del Sahara han logrado convertirse en uno de los animales que mejor resiste el calor.
Pasear por el desierto del Sahara a mediodía no es algo agradable, un infierno donde la arena alcanza los 70ºC y en el que hasta los seres humanos, pueden verse derrotados. Pero un pequeño insecto de apenas un centímetro ha aprendido a controlar las ondas electromagnéticas con un único objetivo: estar más fresquito. Un estudio publicado hoy en la revista Science, revela cómo las hormigas plateadas del Sahara han logrado convertirse en uno de los animales que mejor resiste el calor.
“Estas hormigas están cubiertas de una capa de pelos de sección triangular que les protege del sobrecalentamiento”, asegura a Teknautas el investigador de la Universidad de Columbia y coautor del estudio, Nanfang Yu. Según el bioingeniero, esto les permite reflejar la radiación solar y aumentar la transmisión de calor hacia el entorno. Un doble mecanismo para sobrevivir al desierto africano y que disminuye la temperatura de estos insectos entre 5 y 10ºC. Fueron sus conclusiones tras diversas simulaciones efectuadas con ejemplares con y sin pelos.
“Al ser muy reflectantes las hormigas toman menos energía del sol, y al ser muy emisivas pueden disipar con mayor facilidad el exceso de calor hacia la atmósfera”, aclara el investigador. En otras palabras: parte del calor rebota en su cuerpo, a la vez que los insectos pierden el exceso de energía y la transmiten al aire.
No pueden perder ni un segundo una vez que salen de casa. Se trata de una carrera a contrarreloj. “Corren a velocidades de 0,7 m/s, hasta el punto de que parecen gotas de mercurio sobre la arena”, comenta Yu. Incluso con la cubierta de pelos plateados y la estrecha franja de 10 minutos, cada expedición se salda con bajas por insolación, pero aun así las hormigas han logrado triunfar en uno de los ambientes más inhóspitos del planeta.
Los pelos que dan nombre a las hormigas plateadas impiden que estas se frían sobre la arena. Resultan imprescindibles para su superviviencia, pero en ellos podría residir la clave para el desarrollo de nuevas tecnologías. Yu pone como ejemplo la creación de superficies que se enfríen solas: “Sería muy útil para vehículos, edificios, ropas e instrumentos ideados para trabajar a altas temperaturas”.
Los pelos que dan nombre a las hormigas plateadas impiden que estas se frían sobre la arena. Resultan imprescindibles para su superviviencia, pero en ellos podría residir la clave para el desarrollo de nuevas tecnologías. Yu pone como ejemplo la creación de superficies que se enfríen solas: “Sería muy útil para vehículos, edificios, ropas e instrumentos ideados para trabajar a altas temperaturas”.